Recopilación de escritos que han caído en mis manos y que pretenden rendir homenaje a las pequeñas cosas, sencillas y maravillosas, que como el vuelo de una golondrina, muchas veces siento que me acaban salvando la vida.
martes, 6 de marzo de 2007
ITACA
Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
y rico en experiencias y aventuras.
A lestrigones, cíclopes o fiero
Poseidón, nunca temas.
No hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al fiero Poseidón encontrarás nunca
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas
de verano en que arribes a bahías
nunca vistas, con ánimo gozoso.
Detente en los emporios de Fenicia,
adquiere hermosos artículos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos
-cuanto puedas invierte en voluptuosos
y delicados perfumes.
Visita
muchas ciudades egipcias y aprende,
con avidez aprende de los sabios.
A Itaca tenla siempre en la memoria.
Llegar allá es tu meta,
mas no apresures el regreso.
Mejor que se dilate largos años
y, en tu vejez, arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Un hermoso viaje te dio Itaca. Sin ella
el camino no hubieras emprendido.
Mas, ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no hubo engaño.
Rico en saber y en vida como has vuelto, comprendes
qué significan las Itacas
Constantino Cavafis
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